Receta y Formulación base para hacer Champú 100% Natural

Al momento de elaborar un shampoo hemos de tener en cuenta específicamente para que lo queremos. De esta forma definiremos si el cabello es graso, seco o normal, si la finalidad es para evitar la caspa y dentro de éste si es micótica o seborreica. Si queremos tratar descamaciones, dermatitis capilares o psoriasis. Si nos interesa tratar la caída capilar. Si nuestra intensión es formular para cabellos teñidos y si estos cabellos son oscuros, claros o rubios. Otra opción sería nutritivos o para cabellos dañados. Como podemos ver existen múltiples factores a tener en cuenta al momento de definir nuestra fórmula, y los componentes variarán de acuerdo al objetivo del shampoo. Por otro lado hemos de entender un punto muy recurrente dentro de la formulación de estos productos, la espuma… La idea establecida a nivel popular es: “cuanta más espuma más limpieza y mejor calidad” ¡¡¡error!!! La espuma no es sinónimo de calidad sino de mayor porcentaje de tensioactivos-espumantes y en realidad esto no es recomendable para el cuero cabelludo puesto que lo reseca y puede provocar paulatinamente dermatitis y escamosis seborreicas.

En un shampoo no es recomendable pasar del 40% de tensioactivos, incluso si estos son naturales como los de la familia glucoside (Coco Glucoside, Desyl Glucoside, Lauryl Glucoside) O la Betaina de Coco la cual, si se utiliza como único tensioactivo, podría subir hasta un 50% del total de nuestra fórmula. Estos tensioactivos tienen una capacidad de espumación enorme por lo cual no nos hará falta preocuparnos por las pompas. La mayor preocupación en nuestro caso han de ser las materias primas que nos darán los principios activos responsables de la utilidad de nuestro shampoo y no la espuma que éste genere. No debe importarnos la estética de nuestro producto sino su eficacia.